Yo, particularmente, nunca he creído en eso. Pienso que a primera vista lo más que te puede ocurrir es que se produzca una inmensa tensión sexual que haga que te vuelvas un poco loco/a pero los últimos acontecimientos me dejan sorprendida.
Cuando alguien te dice que se enamoró de ti en el mismo momento en que te vio y que con la primera conversación banal que tuvisteis se dio cuenta de que eras la mujer de su vida, la que estaba esperando desde hacía tanto tiempo…cuando alguien te cuenta eso (y más aun si esa confidencia es hecha dentro de las sábanas de un bonito hotel en medio de un bosque) no tienes por menos que echarte a reir. Pero cuando ves que esa persona recuerda todas y cada una de las veces que os visteis desde hace casi 3 años, todos los detalles y hasta la ropa que llevabas los pocos días que quedasteis a solas, grabó todas las conversaciones que tuvisteis y guardó todos los abrazos que le diste sabiendo que no pasarían de ahí, de abrazos de amiga, realmente te hace dudar.
Por eso ahora muchas cosas que tenía olvidadas en mi memoria cobran sentido; muchas miradas tristes, reacciones demasiado pasionales cuando M. me atacaba con sus comentarios, los regalos aparentemente sin valor, o el excesivo respeto porque yo tenía novio. Nunca un comentario fuera de tono, siempre a las otras y nunca a mí, siempre escuchando mis lamentos sobre una relación que llevaba muerta desde hacía tanto, poniendo su hombro para que llorase por otro. Ahora lo entiendo todo.
Que ciegos somos cuando no queremos ver.
lunes, 8 de octubre de 2007
sábado, 6 de octubre de 2007
NO SON CELOS...
Es imposible saber cómo vamos a reaccionar ante algo que esperas que ocurra. Tanto tiempo esperando ese y momento y casi deseándolo, imaginando cómo será, que sentimientos me despertará. Imaginando la escena: ah! que guay, por fín, tú te lo mereces niño, me alegro tanto, deberías preséntármela. Y cuando llega el día siento como si de pronto el mundo se me viniese encima. Y no, no son celos, es sólo miedo. Miedo a no poderte llamar cuando lo necesite, a que no estés ahí con una de tus historias cuando más me hace falta, en definitiva, a que desaparezcas de mi vida para siempre. Porque mis sentimientos van mucho más allá del amor, no tiene que ver con eso, porque siempre serás una parte de mí, la más cercana al corazón y si te arrancan mi vida será para siempre un poco más oscura.
No son celos, no, es simplemente miedo.
No son celos, no, es simplemente miedo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)