
Ya me estoy cansando de reprimirme para que los demás estén bien. Creo que es muy egoista esa actitud: yo estoy mal y por eso te odio pero tú no me puedes odiar a mí porque me harías sentir fatal. Yo también tengo sentimientos, me duelen las malas caras y los comentarios. No tengo la culpa de ser como soy, no pretendo ser el centro de atención de nadie ni pisarle el terreno a nadie. No tengo absolutamente nada en esta vida que podais envidiar y si lo único admirable que tenía era mi caracter y mi ilusión ya casi habeis conseguido eliminarlo también. Deberiais ser felices ¿no?, ya no soy ninguna amenaza para nadie porque si sigo así en breve dejaré de ser yo misma. Y lo peor es que en el fondo me da igual. Hoy me da todo igual.
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