
Y después de un fin de semana maravilloso lleno de música, naturaleza, viajes y cervecitas vuelta a la realidad y nuevas dudas en mi vida...¿alquilo un piso o cierro los ojos y me meto de cabeza en comprar uno? ¿existirá algún banco que no se ría cuando digo que me quiero comprar el piso sóla? ¿alguno dará hipotecas a 80 años sin intereses? ¿merece la pena vivir sóla si por eso tengo que alimentarme a base de agua y pan duro?
A la última pregunta creo que la respuesta es SI. Creo que llegados a este punto volver a casa de mis padres sería insoportable (a pesar de lo mucho que los quiero). Por otro lado, aunque no me reconozca diciendo ésto, siento la imperiosa necesidad de cocinar, fregar, clavar clavos y poner en práctica todo lo que Bricomanía me ha enseñado...en mi propia casa... así que a ver que pasa, ya os contaré.